Aquí podrás leer las aventuras, los sentimientos y los gustos y aficiones de una chica "normal" de 13 años que va por la vida como puede.
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sábado, 14 de julio de 2012

Historia de una amistad verdadera.



Estaba sola, y parecía insegura. Miraba abajo todo el tiempo, y yo no podía quitarle la vista de encima; y mis ganas de conocerla se apoderaron de mí. Así que vencí mis miedos y, lentamente, me acerqué a ella. Le dije mi nombre tímidamente, y ella me dijo el suyo. Le pregunté cómo estaba, qué hacía... lo típico, no sabía de qué hablar. Ella, poco a poco fue soltándose y me dejó ver su sonrisa. Empezamos a hablar de nuestros gustos y aficiones, y la verdad es que no teníamos demasiado en común. La conexión fue total. El tiempo iba rápido, y todo lo gastamos compartiendo experiencias, risas y lo que más nos gustaba, hablar acerca de nuestros hobbies y nuestros ídolos. Y no me hizo falta nada más que ver la felicidad de su mirada y su forma de sonreír y reírse para poder estar segura de que no me mentía. Intercambiamos redes sociales y aquella misma tarde la vi conectada en Tuenti. Empecé a hablarle y ella respondió relativamente rápido. La conversación fue amena y pude notar que ella estaba casi tan interesada como yo. Le dije los cantantes, grupos, DJs, canciones, series, películas, libros... que más me gustaban, y ella hizo lo mismo. No teníamos mucho en común, pero no nos faltaba el interés por saber que le gustaba a la otra, y hablamos por casi una hora. Increíble, ¿no? Al día siguiente yo estaba en el pasillo del instituto con los cascos puestos cuando ella se acercó a mí y me saludó. Sus palabras exactas fueron: "Hola, ¿qué estás escuchando?". Yo me quité de inmediato un casco y se lo dí. Ella empezó a reírse y a bailar. Me pidió que en el recreo le siguiera enseñando más "música de ésa". En realidad, ni siquiera esperamos al recreo. En clase nos sentábamos cerca, y no podíamos parar de hablar. La conexión era grande, yo me divertía con ella y ella conmigo. Aquel fue nuestro 1er recreo juntas. Hablábamos de todo, sin problemas, expresábamos nuestra opinión. Entonces lo supe, y me dije a mí misma: "Ella es la persona que he buscado tanto tiempo". Empezamos a hablar de la amistad. Ella me confesó que no había tenido muy buena suerte en ese asunto. Empezamos a contarnos nuestras experiencias, y me di cuenta de que éramos mucho más que compatibles. Éramos amigas. Y justo en ese momento, ella me preguntó lo que yo estaba pensando: "¿Tienes una mejor amiga?". Yo le respondí: "No, ¿y tú?". Ella dijo: "No, ¿quieres que seamos mejores amigas?". Le dí la mano.

miércoles, 16 de mayo de 2012

END.

Pero la verdadera tristeza, incluso las lágrimas, llega cuando veo una foto con Jay. Jay… llevaba saliendo con él cuatro meses. Éramos tan felices… él era una gran persona, un gran amigo… De verdad que lo quería, que habría hecho cualquier cosa por seguir ahí con él, viendo su sonrisa todos los días, recibiendo sus abrazos cada mañana… seguir compartiendo música y risas con él por las tardes, en el parque, con un beso antes de despedirnos… con su SMS de buenas noches antes de acostarme… Y lo perdí por irme… él quería seguir con la relación, pero yo, que soy lo más estúpido que existe, me obligué a romper, sabiendo que mantener la relación a distancia sería imposible… ¿Por qué soy tan tonta? ¿Por qué? Nunca encontraré nadie como él. He conocido un montón de chicos a lo largo de mi vida, y todos son iguales. Jay no. Jay nunca haría nada que pudiera molestar realmente a nadie. Jay me quería, lo sé. Y yo también le quería… No puedo evitar llorar cuando pienso que lo he perdido para siempre…


 






Es de una historia que empecé a escribir hace tiempo...