Ellas gustan, aunque no se lo crean. A ellas las quieren, aunque tampoco se lo crean. A ellas las admiran, aunque les resulte increíble. Ellas destacan, aunque lo quieran negar. Pero yo... ¿qué tengo yo? Nada, yo no tengo nada. Yo estoy sola. Yo a ellas las he querido, he intentado demostrárselo. Si los últimos meses me mostraba desagradable con ellas, era porque sentía que me dejaban de lado, que yo sobraba, que, aunque suene cursi, ya no me querían. O lo que es peor, me querían cuando les interesaba, cuando la otra no estaba, vamos. Al principio sólo me sentía así unas pocas veces, de vez en cuando. Nada importante, me decía, lo dejaré estar. Qué grave error el mío. Quizás estuve a tiempo de pararlo todo por pensar que se darían cuenta ellas solas. Error, repito, error. Puede que irreparable. Me esfuerzo en que no se me note, pero cada semana soy más irritable, arisca, desagradable. Ya tanta soledad me duele, me está matando. Yo sólo quiero ser de ese grupo de chicas que sale todos los días con sus amigas, esas personas que en teoría nunca te abandonan, te quieren, te escuchan, te valoran, están ahí. Y que cuando llegan a casa, siempre hay alguna razón para sonreír. Que se miran al espejo y no se deprimen. Que no comen sólo porque se aburren y para desestresarse y mejorar su ánimo. Por esas personas que pueden presumir de ser felices, Es gracioso, a veces dudo de si existen. ¿Existen? ¿Dónde están?
Dímelo. Dímelo que yo dejo todo y te busco pero dímelo. Es como aquella frase que vi escrita en una pared: Si tú me dices "ven", yo lo dejo todo, pero dime "ven". Porque cada día todo es más duro, más pesado, peor me siento conmigo misma y con el mundo. Más ganas tengo de quedarme en la cama llorando. Es como si yo no encajase en este mundo, como si simplemente fuera un error. Yo no tenía que nacer todavía, o algo así. Dios se equivocó. O quien esté ahí arriba, me da igual, como si no hay nadie, se equivocó. ¿Qué estoy buscando? ¿Lo sabré algún día? ¿Lo encontraré algún día? ¿Qué me sucede? ¿Por qué? ¿Por qué las encontré a ellas, las consideré amigas y ahora siento todo esto? ¿Es que me lo merezco? ¿Es que soy yo la que está equivocada? ¿Es que se han propuesto todos destruirme? Si es eso último, pueden estar contentos porque lo están consiguiendo...
Ésta es una canción de Demi Lovato muy emotiva. Es preciosa, a mí me encanta, y cada vez que la escucho se me pone la piel de gallina. Además está en español y no hay que esforzarse para entenderla. Si alguna vez os sentís mal, os recomiendo que la escuchéis. Os hará sentir identificadas y comprendidas.