Pero la verdadera tristeza, incluso las lágrimas,
llega cuando veo una foto con Jay. Jay… llevaba saliendo con él cuatro meses.
Éramos tan felices… él era una gran persona, un gran amigo… De verdad que lo
quería, que habría hecho cualquier cosa por seguir ahí con él, viendo su
sonrisa todos los días, recibiendo sus abrazos cada mañana… seguir compartiendo
música y risas con él por las tardes, en el parque, con un beso antes de
despedirnos… con su SMS de buenas noches antes de acostarme… Y lo perdí por
irme… él quería seguir con la relación, pero yo, que soy lo más estúpido que
existe, me obligué a romper, sabiendo que mantener la relación a distancia
sería imposible… ¿Por qué soy tan tonta? ¿Por qué? Nunca encontraré nadie como
él. He conocido un montón de chicos a lo largo de mi vida, y todos son iguales.
Jay no. Jay nunca haría nada que pudiera molestar realmente a nadie. Jay me quería,
lo sé. Y yo también le quería… No puedo evitar llorar cuando pienso que lo he
perdido para siempre…
Es de una historia que empecé a escribir hace tiempo...
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